El Congreso de la República viene desarrollando una serie de actividades orientadas alograr su fortalecimiento institucional y la consolidación de su legitimidad ante la ciudadanía y la comunidad internacional. Sin embargo, a pesar de los logros alcanzados, la institución ha sabido reconocer que existe una suerte de “olvido organizacional” que la amenaza al no permitirle conservar y actualizar su base de conocimiento, la cual es constantemente deteriorada por los traslados, las jubilaciones, los despidos y las renuncias de los funcionarios y trabajadores de la organización.

Estas situaciones generan una de las ironías de la economía del conocimiento: a medida que el conocimiento adquiere más valor, la probabilidad de perderlo crece, o peor aún, mientras menos conocimiento se capture regularmente, más urgente es capturarlo en el momento en que los empleados se van, cuando precisamente tendrán la menor voluntad para transmitirlo. La amenaza constante de perder el conocimiento adquirido parece ser la característica fundamental de la actual era de la información.

En este documento realizamos un diagnóstico de la gestión actual del conocimiento en el Congreso de la República, y planteamos un plan de solución para convertir esa “gestión” en una verdadera “gerencia” que permita la conservación del conocimiento organizacional, incluso ante la inevitable pérdida del capital humano.